"Los poesía aspira a la atemporalidad, el periodismo a lo máximo que puede aspirar es a la oportunidad" así empezaba el recital el poeta y periodista Manuel Alcantara, lo acompañaba el poeta y solo poeta Félix Grande.
Decía Oscar Wilde que si en una conferencia(o recital)no se era capaz de mover los corazones, la gente no tardaría en mover el culo. Y aquí se movió todo, corazones, entrañas, deseos y hasta algún que otro culo, quizá por seducción elemental, sólo se paró el tiempo.
'Dónde te meterías la noche del aguacero que no te has mojado ni un poquito el peló' (Cancionero flamenco, anónimo)
viernes, 22 de mayo de 2009
lunes, 18 de mayo de 2009
Orfandad
En los últimos tiempos se han marchado entre otros Fernando Fernán Gómez, Paco Umbral, Ángel González, Mario Benedetti, Antonio Vega, nos quedamos huérfanos, seguir es, cada vez más, una lucha de gigintes
domingo, 10 de mayo de 2009
viernes, 8 de mayo de 2009
martes, 5 de mayo de 2009
Noche Canalla
Yo no sé si la quise pero andaba conmigo,
me guiaba su risa por la ciudad tan gris.
Ella tenía en su boca colinas de Ketama
y el cielo de sus ojos me pintaba de añil.
Yo vi tantas estrellas como ella puso siempre
en aquel cielo raso como un paño de tul.
Ella llevaba el pelo como la Janis Joplin
y los labios morados como el Parfait-Amour.
La he perdido en un bosque de jeringas brillantes
por donde nos decían que se llegaba al mar;
se fue sobre un caballo de hermosos ojos negros,
por más que yo me muera no la podré olvidar.
Bajo el cielo ceniza me conducen mis piernas.
Esta noche no tengo ni esperanza ni amor.
Sólo queda el calor de mi pobre navaja.
Hoy me he visto la cara de un retrato-robot.
A pesar de sus ojos he salido a la calle,
a pesar de sus ojos me ha tocado vivir.
En un barrio de muertos me trajeron al mundo.
Esta noche canalla no respondo de mí.
Javier Egea
me guiaba su risa por la ciudad tan gris.
Ella tenía en su boca colinas de Ketama
y el cielo de sus ojos me pintaba de añil.
Yo vi tantas estrellas como ella puso siempre
en aquel cielo raso como un paño de tul.
Ella llevaba el pelo como la Janis Joplin
y los labios morados como el Parfait-Amour.
La he perdido en un bosque de jeringas brillantes
por donde nos decían que se llegaba al mar;
se fue sobre un caballo de hermosos ojos negros,
por más que yo me muera no la podré olvidar.
Bajo el cielo ceniza me conducen mis piernas.
Esta noche no tengo ni esperanza ni amor.
Sólo queda el calor de mi pobre navaja.
Hoy me he visto la cara de un retrato-robot.
A pesar de sus ojos he salido a la calle,
a pesar de sus ojos me ha tocado vivir.
En un barrio de muertos me trajeron al mundo.
Esta noche canalla no respondo de mí.
Javier Egea
lunes, 4 de mayo de 2009
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